30 de diciembre de 2011

Cuando busco el verano en un sueño vacío,
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los pagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.