16 de diciembre de 2010

Todo ocurrió en el espacio. Claro, el espacio exterior... Hablo de estrellas, cometas, satélites y todo eso.
Estaba en una nave espacial, con otras personas (No recuerdo muy bien quienes), y estabamos en camino a algún lugar. También en la parte trasera de la nave, podías salir un rato y flotar como en un patio inmaginario.
Cuando llegamos a destino ni nos estacionamos, ni frenamos, ni nada. Solo dimos la vuelta y volvimos, pero nosotros habiamos llegado.
El viaje de vuelta duro menos, mucho menos de lo pensado.
Hasta que llego el momento... y me desperté, pero igual yo sabía que me tenía que despertar, porque ya había concluido todo y estaba muy muy contenta.
Chin flai!.